El mercado hortofrutícola británico presenta una alta dependencia de las importaciones de productos de otros países y entre todos sus proveedores España destaca como el más importante tanto para frutas como para hortalizas. Y aunque en parte se abastece de producción nacional (3 millones de toneladas), las hortalizas originarias de los Países Bajos y Bélgica son el principal competidor, en términos de volumen y de valor.
La competencia es muy elevada, con múltiples productos de diversa procedencia y gran variedad. Es característico de este mercado que frutas y hortalizas se vendan frecuentemente envasados en plástico o empaquetados. Estos suelen contener una o dos piezas de producto e incluso en ocasiones varios productos diferentes. También es frecuente encontrar frutas ya cortadas y listas para su consumo.
Los consumidores británicos se preocupan cada vez más por el origen de los productos y por respetar el medioambiente. Las ventas de productos ecológicos siguen en aumento y los hábitos alimenticios están mejorando y se aprecia un crecimiento en la demanda de frutas y hortalizas, ayudada por la reducción del consumo de carne en búsqueda de una dieta más saludable.
La oferta de ecológico es cada vez mayor y se puede encontrar la opción de ecológico para prácticamente todos los productos hortofrutícolas. Tesco con un 31,1% del total de su oferta y Sainsbury’s con el 21,2% lideran esta categoría.
Los productos más consumidos en el Reino Unido de mayo 2016 a mayo 2017, en términos de valor, fueron los tomates, las patatas y los pimientos. Los tomates se orientan cada vez más hacia la categoría “Premium” centrada en la calidad y el sabor, mientras que los pimientos son muy demandados, en formato tricolor (rojo, verde y amarillo o naranja). En cuanto a fruta, las manzanas Pink Lady, las naranjas y los llamados “easy peelers” (mandarinas y clementinas), son las frutas más demandadas.
Según los datos de Kantar Worldpanel los consumidores han comprado más productos orgánicos. El principal consumidor de estos productos son las mujeres mayores de 45 años. Además, destacan los jóvenes de entre 24 y 44 años como lo más comprometidos con la compra de estos productos, por lo que el futuro es prometedor.
También se encuentra en alza, los consumidores veganos o vegetarianos, según el estudio realizado por t5 MORI, el número de veganos en Reino Unido se ha multiplicado por más de tres en la última década. Se calcula que hay dos millones de personas entre vegetarianas y veganas.
A ellos se suma un nuevo concepto llamado “flexitarianismo” que es una forma más flexible del vegetarianismo, esto es, aunque su dieta se basa principalmente en los platos vegetarianos permite tomar carne y productos de origen animal en determinadas ocasiones. Según un informe de la agencia de estudios de mercado Clusters, equivale a una cuarta parte de la población.
Para prevenir el desperdicio de alimentos, las principales cadenas de supermercados comercializan frutas y hortalizas imperfectas bajo el nombre de “wonky food”, es decir, con forma torcida o poco homogénea, a precios más bajos. Entre los productos ofrecidos en esta categoría se encuentran espárragos, patatas, zanahorias, pepinos, pimientos, calabacines, puerros, repollos, cebollas, aguacates, peras, manzanas y fresas. Asda ofrece cajas de 5kg de una recopilación de este tipo de productos imperfectos por £3,5, mientras Morrisons hace lo mismo con cajas de 4kg a £3.
La estacionalidad es otro de los aspectos a tener en cuenta, ya que en verano se consume más cantidad de frutas debido a su efecto refrescante y su precio más asequible y también aumenta el consumo de hortalizas, ya que son más fáciles de digerir que otros alimentos.
El principal canal de venta de los productos hortofrutícolas son las cadenas de supermercados, sin embargo, fuera de los canales tradicionales, la venta online está ganando peso y cuenta con un potencial de crecimiento enorme.
El comercio electrónico de comestibles en Reino Unido alcanzó una cuota de mercado del 7,3% en 2016. Son los segundos del mundo que más gastan en compras de alimentos por internet, solo superados por los surcoreanos. Además, la frecuencia de compra es de 15,4 veces al año y su gasto por compra cuadruplica el realizado en establecimientos físicos. Las principales cadenas de supermercados ofrecen sus productos a través de la venta online. Además, existen empresas como Ocado.com, que utiliza exclusivamente este canal de venta y es líder mundial de venta de alimentación por Internet, con más de 580.000 clientes activos.
Una de las consecuencias más directas del Brexit ha sido la devaluación de la libra esterlina, que ha perdido valor. Esta circunstancia hace que las importaciones a Reino Unido se encarezcan. La incertidumbre que provoca no conocer las condiciones comerciales tras la salida de Reino Unido del mercado común europeo produce una situación de contención por parte de las empresas que prefieren esperar, por lo tanto, las perspectivas son a medio-largo para alcanzar los objetivos.
El auge de un nacionalismo inglés ha influido en el consumo de producto cosechado en territorio británico, apoyando así la economía nacional y a los productores locales. Por eso la mayoría de los productos nacionales presentan la bandera de Reino Unido en el propio envase para mostrar su procedencia y que sea fácil identificarlos.
Como ya hemos comentado con anterioridad, España es el principal proveedor de productos hortofrutícolas al Reino Unido, tanto en volumen como en valor. Esta posición privilegiada evidencia la buena acogida de frutas y hortalizas de procedencia española en este mercado, especialmente por ser capaces de ofrecer alta calidad a precios competitivos.
Las hortalizas con mayor presencia son el tomate, la coliflor, el brócoli, la lechuga, el calabacín y el pimiento. La mayor preocupación por la alimentación y la asociación de estos productos de origen español a la saludable dieta mediterránea contribuyen también a su buena percepción.
Reino Unido es el país europeo con mayor desarrollo de las cadenas de distribución, el 70% de las frutas y hortalizas es distribuido por las grandes cadenas, lo que ha repercutido en gran medida tanto en los mercados minoristas como en los mayoristas, del país, como en la estructura organizativa de los exportadores europeos.
Las frutas y hortalizas se caracterizan por el alto margen conseguido en su comercialización, sobre todo con la introducción de nuevas variedades, productos diferenciados o de cuarta gama.
La calidad exigida es alta, lo que, unido a la fuerte competencia entre las distintas cadenas para conseguir cuota de mercado, se transforma para los proveedores en una exigencia de coste y de alta preparación del producto.
Los contactos iniciales son complicados, puesto que dependen o de un intermediario o que la empresa británica esté realmente interesada en realizar el negocio. Las negociaciones son llevadas normalmente por los ejecutivos senior, de una manera fría, reservada y muy profesional.
Los ejecutivos británicos no son claros al comentar las propuestas realizadas por la contraparte, mucho menos en la primera reunión. Su contrariedad se expresa mediante el empleo de un humor que plasma las ideas opuestas aquellas señaladas por la contraparte.
Durante el confinamiento que vio su origen a finales del primer trimestre de 2020 en Europa, muchos consumidores vivieron con ansiedad la situación y se precipitaron a la adjudicación de bienes sin control, dejando las estanterías de los grandes supermercados vacías. Desde el gobierno se quiso tranquilizar a la ciudadanía desde un primer momento, negando la escasez de suministros y los obstáculos con los proveedores de alimentos (tanto de frescos como de industriales).